
Pisto a la bilbaína
El pisto a la bilbaína es un plato que se sirve como entrante o guarnición de otros alimentos, como una carne o un pescado. La diferencia principal de este pisto vasco y el pisto manchego, es que el producto principal es el calabacín, y los huevos, en vez de fritos, van batidos y cuajados.
Por eso este pisto tiene una textura más cremosa, gracias al huevo batido cuajado.
Por sus ingredientes, es un plato perfecto para elaborar justo antes, y durante el verano, cuando los calabacines están en su mejor época.
El calabacín y el resto de verduras le aportan al plato un nivel calórico muy bajo, y los huevos ayudan a completar el valor nutricional aumentando la proteína.
Además, la vitamina B1, la vitamina B6, la vitamina B2 y el calcio del calabacín aseguran una salud óptima. Es una verdura que tiene una gran variedad de nutrientes, incluyendo fibra soluble e insoluble, sodio, minerales, aminoácidos y más.
Es una excelente opción para incluir verduras a nuestra dieta, ya que es un plato muy sabroso que gusta a mayores y a niños.
Ingredientes
- 2 calabacines, aproximadamente unos 600 gramos
- 2 cebollas
- 2 pimientos verdes
- 3 huevos L
- 4 cucharadas de salsa de tomate o 1 tomate sin piel ni semillas
- 4 rebanadas de pan
- Sal y pimienta negra, al gusto
- Aceite de oliva virgen extra, lo necesario
Preparación
Lavamos bien la piel de los calabacines, pues no los vamos a pelar, y luego los picamos en trozos pequeños y finos.
Lavamos los pimientos verdes y los picamos finos también, al igual que la cebolla.
Lo ideal es que todas las verduras se corten en trozos de tamaño similar, para que el aspecto del plato sea bonito, además de sabroso.
Ponemos las verduras en una cazuela con un chorrito de aceite y lo calentamos a fuego medio durante aproximadamente 10 minutos, para que se ablanden.
La textura de las verduras tiene que ser tierna, pero conservando su firmeza. No vamos a hacer puré, así que controla la cocción de las verduras pinchándolas con un cuchillo para que no se hagan demasiado y quede muy pastoso.
Sazonamos las verduras con sal y pimienta a nuestro gusto, y añadimos el tomate. Si utilizamos un tomate natural, lo pelamos, despepitamos y troceamos antes de añadirlo.
Dejamos que el pisto cueza un par de minutos más, para que el tomate se reduzca ligeramente.
En un plato aparte batimos los huevos, y los añadimos a las verduras, removiéndolo bien para que los huevos se cuajen uniformemente. Después de añadir el huevo y que se cuaje, retiramos el pisto del fuego.
Este plato se sirve acompañado de pan frito, así que cortamos las rebanadas de pan y las freímos en un poco de aceite caliente. Si queremos reducir el aporte calórico, en vez de freírlo, lo podemos tostar en la tostadora o en el horno.
Servimos el pisto acompañado del pan frito crujiente para mojar.
Notas de la receta
Para darle un toque más sabroso al plato, puedes añadirle unos taquitos de jamón serrano a las verduras.